Hasta llegar aquí, mi camino también ha sido construido y se ha nutrido de formaciones en diversas especialidades del campo de la psicología, de experiencias profesionales y también personales; vivenciando y atravesando conocimientos, hasta llegar a forjar la terapeuta que soy y que sigue creciendo. Porque mi trayectoria profesional, es también parte de mi historia de vida. Y esto te lo cuento desde la pasión por mi profesión, las personas y el amor a la vida.

Me licencié en Psicología, decidí este camino llevada por la curiosidad genuina por la psique humana, las relaciones interpersonales y una necesidad arrolladora por comprender la vida más allá de lo dado y establecido. La Universidad desde el modelo cognitivo conductual imperante, resultó insatisfactoria y poco estimulante, pero al mismo tiempo me permitió abrir interrogantes y reformular nuevas preguntas. Todo ello no hizo más que incentivar mi pasión por nuestro mundo interior y orientar nuevos caminos de descubrimiento. Investigué, participé en grupos de psicología crítica, grupos de estudios de corrientes alternativas; Psicoanálisis, Esquizoanálisis, Humanismo, Bioenergética, Musicoterapia, Sistémica… 

Mi etapa formativa fue de la mano de experiencias profesionales apasionantes y durante unos años tuve la oportunidad de trabajar en el acompañamiento a niños, niñas y adolescentes en situación de riesgo social, dentro del sistema público de protección a la infancia y adolescencia. Descubrí que me resultaba sencillo y gratificante conectar con las emociones y necesidades de las criaturas más vulnerables. De esta experiencia me llevé el amor por el trabajo con los más pequeños y la consciencia ante la realidad social que nos rodea.

Con el nacimiento de mis dos hijos, experimento la “revolución de la maternidad” que me impulsa a «reinventarme” y de esa inspiración nacen también dos nuevos proyectos ; en primer lugar, el proyecto de Musicoterapia con niños y niñas en el espectro autista y más tarde, el espacio de crianza para bebés de 0 a 3 años y sus familias.

El trabajo con familias me ofreció una nueva perspectiva, al contemplar la intervención desde un enfoque integrador con el sistema familiar. Me doy cuenta que resulta mucho más efectivo trabajar con toda la familia como conjunto, sin focalizar en la criatura, que en la mayoría de las veces sólo funciona como altavoz de un malestar general. Así pues, me pongo en marcha y me especializo durante cuatro años como Terapeuta Familiar Sistémica.

De ahí nace mi penúltimo proyecto, “El Camaleón Azul”; un espacio en el que confluyen mis dos pasiones, el acompañamiento a la crianza y la terapia. Su creación resultó un gran reto, tan satisfactorio como desafiante, rebosante de creatividad y amor. Muchas familias y sus criaturas han pasado durante estos años por el proyecto y puedo constatar que cada vez son más las familias que demandan espacios más respetuosos y conscientes en el acompañamiento a sus hijos e hijas. 

Y aquí y en este momento, llego a un nuevo “punto y seguido” de mi trayectoria profesional, con la creación del espacio de Psicología y Terapia Familiar en la Cañada. Un lugar donde las historias transitan por caminos de autoaprendizaje, comprensión y crecimiento personal.

Estaré encantada de formar parte de este “transitar”. Te acompaño.

Marian Godino